La herborista Rosemary Gladstar se pregunta “Qué sería del mundo sin Lavanda?”. ¿Podríamos imaginarnos un mundo sin Lavanda o tantas especies queridas?
Hay un cuento de Anaïs Nin que se titula La mujer de las dunas. Enseguida pensé que la Lavanda podría ser La diosa del Mediterráneo, porque no pareciera terrenal. Qué decir sobre ella que no se sepa, ¿no es cierto? Pero bueno, hace mucho que le debía una nota a esta belleza rústica, el gran amor de las abejas y abejorros.
Jardín donde la encuentro, jardín donde me detengo y toco sus aromáticas hojas. Ya estoy pensando qué exultante va a estar después de la lluvia que cae sobre la primavera de Buenos Aires.
En cuanto a sus propiedades medicinales, es estimulante del sistema nervioso central, tónico cardíaco, elimina la angustia, depresión e irritabilidad. Induce a un descanso profundo para que nuestro cuerpo pueda recuperarse de cualquier desequilibrio. Es antiespasmódica y favorece la eliminación de gases. Es buena contra el asma, los mareos, dolores de cabeza y estados de ansiedad en general, los cuales muchas veces son los causantes de muchas dolencias. Su aroma también es un relajante y sedante por excelencia, tanto como para ser empleada, desde hace años, en las cunas de los niños internados en algunos hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires, para otorgarles bienestar y buen descanso.
A nivel piel es es antiséptica, antibacteriana, antifúngica, refrescante, calmante, muy buena para aliviar heridas y quemaduras (especialmente las del sol). Preparación y uso: infusión; decocción; tintura madre; óleo macerado; productos cosméticos.
Es repelente natural de insectos, y se considera efectiva contra mordeduras o picaduras de animales venenosos. Los cazadores de los Alpes, por ejemplo, siempre llevan consigo un poco de Lavanda para frotar sobre eventuales mordeduras de serpientes a sus perros.
La herborista Rosemary Gladstar se pregunta “Qué sería del mundo sin Lavanda?”. ¿Podríamos imaginarnos un mundo sin Lavanda o tantas especies queridas? Pero bueno, no me quiero ir por las ramas y escribir sobre todo lo que podemos hacer por nuestra amada naturaleza, sino centrarme en una de las tantas preparaciones que podemos hacer en casa con Lavanda.
¡Manos a la obra! Lo primero que tenemos que saber es que para la siguiente preparación herbal emplearemos únicamente las sumidades floridas.
Tintura madre de Lavanda y Cáscara de Naranja
Ingredientes y elaboración:
- Flores secas de Lavanda (Lavandula officinalis) y Cáscaras secas de Naranja (Citrus aurantium)
- Vodka.
- Coloca las hierbas en partes iguales hasta la mitad de un frasco de vidrio.
- Vierte vodka hasta completar el espacio del frasco.
- Cierra herméticamente y deja macerar en sitio fresco, seco y oscuro durante aproximadamente 21 a 28 días.
- Cuela y envasa en frasco color caramelo con gotero.
Esta maravillosa tintura puede ser empleada tanto interna como externamente.
A nivel externo es un precioso descongestivo de la piel en casos de inflamación, erupciones, picaduras, sarpullidos, etc. Tan sólo debes diluir unas cuantas gotas en un vaso con agua, humedecer un algodón y luego frotar sobre la zona afectada.
A nivel interno te ayudará a relajar y conciliar el sueño. No sugiero dosis, ya que la cantidad será de acuerdo a la necesidad de cada persona y si se encuentra o no bajo tratamiento médico. En ese caso, sugiero consultar a su herborista de confianza.
Para saber más, puedes descargar la ficha herbolaria desde aquí: Fitoteca.
¿Me acompañarías a recolectar algunas flores de Lavanda?
¡Espero que esta receta te sea útil! Si la preparas en casa, ¡escríbeme y cuéntame cómo te resultó!
Importante: el consumo de hierbas medicinales es ante todo un tratamiento preventivo y, en segundo lugar, alivia un sinnúmero de malestares, pero de ningún modo deben reemplazar a los medicamentos y/o tratamientos indicados por el médico. Las plantas medicinales poseen precauciones, contraindicaciones y advertencias. Las propiedades aquí descritas son a modo informativo y sobre la base de personas sanas que no estén bajo tratamiento o tomando medicación alopática. Ante cualquier duda o inquietud, debes consultar a tu médico de cabecera.
